La bicicleta de entrenamiento sin pedales, llamada también prebici, es una bicicleta muy simple que no posee ni pedales, ni un juego de estabilizadores (ruedines). Se utiliza para que los niños aprendan a mantener el equilibrio sobre dicho vehículo.
Suelen ser bicicletas construidas para esta misión pero que también se pueden improvisar con una bicicleta normal quitándole los pedales y la transmisión.
A diferencia de una bicicleta con estabilizadores (ruedines), que se aprende a pedalear y luego a equilibrarse; en estas bicicletas el niño aprende primero el equilibrio y posteriormente a pedalear. Con los estabilizadores auxiliares el cerebro de los niños no desarrolla este equilibrio ni lo automatiza con lo cual, al eliminar uno o los dos estabilizadores, el niño tiene que aprender esto casi de cero. Para un niño pequeño puede ser complicado manejar los pedales. Es fácil ver a niños pequeños con triciclos y otros vehículos con pedales que aun con ellos utilizan los pies para impulsarse.[1]
Con estas bicicletas se utilizan los pies tanto para impulsarse como sostener la bicicleta y los niños pueden regular cuánto tiempo se mantienen con los pies sin tocar el suelo según van aprendiendo. El aprendizaje es más autónomo. La transición a una bicicleta sin estabilizadores y con pedales es mucho más rápida si el niño ha usado anteriormente una bicicleta sin pedales y se puede hacer en tan sólo un par de días.[2]