El término “captura accesoria” se utiliza normalmente para referirse a todas las especies que se pescan accidentalmente, es decir, las que no son el objetivo de una pesquería determinada. Sin embargo, también puede hacer referencia a otras formas de la especie objetivo, por ejemplo adultos demasiado pequeños o incluso juveniles.
En 1997, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) definió la captura accesoria como “la mortalidad total debida a la pesca exceptuando la que ya se contempla como pesca de la especie objetivo”. La captura accesoria contribuye a la disminución del caladero y es un mecanismo de sobrepesca de las especies pescadas accidentalmente.[1]
Existen por lo menos cuatro usos distintos del término “captura accesoria”:[2]
especies pescadas y vendidas, aunque no son las objetivo de la pesquería
especies, tallas o sexos que los pescadores deben descartar[3]
especies no objetivo, tanto las que se pueden vender como las que hay que descartar[4]
especies de invertebrados, como los equinodermos o los crustáceos que no se pueden vender, y varios grupos de especies vulnerables, como aves, tortugas y mamíferos marinos y toda la familia de los elasmobranquios (tiburones).