El retrofuturismo es un movimiento artístico que tiene su origen en la añoranza del pasado y que muestra la influencia de las representaciones de un futuro imaginado (a menudo descripciones utópicas o distópicas) producidas en una época anterior. Caracterizado por la fusión de la estética clásica (conocida como retro, en latín) pasada de moda con tecnología futurista, el retrofuturismo explora los temas de tensión entre el pasado y el futuro, y entre los efectos alienantes y empoderadores de la tecnología. Reflejado principalmente en las creaciones artísticas y modificaciones tecnológicas de los artefactos imaginados de su realidad paralela, el retrofuturismo puede verse como "una perspectiva animada del mundo". Toma su nombre de la revista de arte “Retrofuturism” en 1983.[1]
El retrofuturismo explora la tensión existente entre lo antiguo y lo nuevo y critica el poder de la tecnología actual que nos distancia como sociedad. Las creaciones retrofuturistas se revelan bajo la imaginación de aquellos artefactos encontrados en esos hipotéticos futuros y se manifiestan bajo la literatura, la arquitectura, la moda y la cinematografía entre otras muchas otras expresiones artísticas. Tanto el steampunk, como el dieselpunk, son ejemplos retrofuturistas dentro de la cultura popular al imaginar futuros que nunca sucedieron.