En los mercados financieros , el trading (en español, negociación, comercio) es la comercialización de instrumentos financieros con el objetivo de obtener un beneficio. El trading se basa principalmente en el análisis técnico, el análisis fundamental y la aplicación de una estrategia concreta para operar.
Las personas que ejercen la profesión de trading se les conoce como traders (o, alternativamente, operadores o negociantes por cuenta propia),[1] los cuales pueden trabajar de forma independiente, en un fondo de inversión, en un banco o en otra entidad financiera.[2] Los traders se clasifican en scalpers, day traders, swing traders [3] y position traders dependiendo de la duración de sus operaciones. Lo opuesto a un trader es un inversor, quien opera por naturaleza a largo plazo. Un trader puede actuar en calidad de agente intermediario, especulador, arbitrajista u operador de cobertura, con el objetivo de obtener un beneficio. Pueden además de ser traders particulares y gestionar su propio capital, gestionar capital de terceros como money managers.