Academicismo

El pintor Jacques-Louis David es un claro ejemplo de arte académico.

En Arte, se habla de una obra u obras académicas cuando en estas se observan unas normas consideradas «clásicas» establecidas, generalmente, por una Academia de Artes. Las obras académicas suelen hacer gala de una gran calidad técnica. El antiacademicismo suele ser, en cambio, signo de rebeldía y de renovación.

El academicismo es una corriente artística que se desarrolla principalmente en Francia a lo largo del siglo XIX, y que responde a las instrucciones de la Academia de Bellas Artes de París y al gusto medio burgués, como herencia del Clasicismo y resultado de una mediación entre las bases del neoclasicismo y el romanticismo. El academicismo huye, asimismo, del realismo naturalista, esto es, de los aspectos más desagradables de la realidad.

Se utilizan los mismos patrones repetidamente, ya que no se busca una belleza ideal partiendo de las bellezas reales, como es propio del Clasicismo, que resulta ser un Idealismo con base en la realidad por su suma de experiencia. El Academicismo basa su estética en cánones establecidos y en la didáctica de estos.

La Academia de Bellas Artes de París hizo dos referencias con diferentes significados:

1. Academicismo como tendencia artística: el arte académico es una corriente artística consecuencia del éxito e influencia de más teorías educativas y estéticas de la Academia de Bellas Artes de París durante el siglo XIX. Este modelo, fuertemente relacionado con el estilo Beaux Arts, fue imitado en multitud de academias de arte imponiéndose como modelo oficial en buena parte de Europa y América.

2. Academicismo como calificativo: también se denomina arte académico a aquel cuya creación es consecuencia directa de las doctrinas de una academia contemporánea al artista.

Las academias nacieron para suplantar el sistema corporativo y artesanal del gremio de artistas medieval, y tenían como presupuesto básico la idea de que el arte podía enseñarse a través de su sistematización en un cuerpo de teoría y práctica plenamente comunicable, minimizando la importancia de la creatividad como contribución enteramente original e individual. Valoraban más bien la emulación de maestros consagrados, venerando la tradición clásica, y adoptaban conceptos formulados colectivamente que tenían, además de un carácter estético, también un origen y una finalidad éticos. Las academias fueron importantes para elevar el estatus profesional de los artistas, alejándolos de los artesanos y acercándolos a los intelectuales. También desempeñaron un papel fundamental en la organización de todo el sistema artístico mientras funcionaron, pues además de la enseñanza monopolizaron la ideología cultural, el gusto, la crítica, el mercado y las formas de exhibir y difundir la producción artística, y estimularon la formación de colecciones didácticas que con el tiempo se convirtieron en el origen de muchos museos de arte. Esta vasta influencia se debió principalmente a su estrecha asociación con el poder constituido de los Estados, siendo por regla general vehículos de difusión y consagración de ideales no sólo artísticos, sino también políticos y sociales.[1][2]​ Por ello, desde sus inicios por parte de grupos de artistas que se mantuvieron al margen de los reducidos círculos académicos, estuvieron rodeados de protestas y controversias sobre lo que sería un arte oficial, y sus normativas restrictivas y universalistas son consideradas un reflejo del absolutismo.[3][4]

  1. Academicismo Archivado el 4 de mayo de 2015 en Wayback Machine.. Enciclopédia Itaú Cultural de Artes Visuais. Atualizado em 29/12/2008
  2. Academic Art Style. Encyclopedia of Irish and World Art
  3. Schwarcz, Lilia Moritz. O Sol do Brasil: Nicolas-Antoine Taunay y las desventuras de los artistas franceses en la corte de d. João. São Paulo: Companhia das Letras, 2008. pp. 65-66
  4. Academia de Arte de Roma. Encyclopedia of Irish and World Art

From Wikipedia, the free encyclopedia · View on Wikipedia

Developed by Tubidy