La aguanieve es una forma de precipitación consistente en nieve parcialmente fundida y mezclada con agua.[1] Esta se debe a un aire lo suficientemente templado como para derretirlo parcialmente, pero no lo suficientemente cálido como para transformarlo en lluvia. Es, pues, una mezcla de agua y nieve.
La aguanieve no suele endurecerse en el suelo, excepto cuando la temperatura del suelo es inferior a los cero grados Celsius, en cuyo caso puede formar capas de hielo invisibles conocidos como placas de hielo o incluso escarcha.