Alexander Calder | ||
---|---|---|
Fotografiado por Carl van Vechten en julio de 1947 | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
22 de julio de 1898 Lawnton, Pensilvania, Estados Unidos | |
Fallecimiento |
11 de noviembre de 1976 (78 años) Nueva York, Estados Unidos | |
Causa de muerte | Enfermedad cardiovascular | |
Nacionalidad | estadounidense | |
Familia | ||
Padres | Alexander Stirling Calder | |
Educación | ||
Educación |
Stevens Institute of Technology, Art Students League of New York | |
Educado en |
| |
Información profesional | ||
Área | Escultor | |
Años activo | 1920-1976 | |
Movimiento | Arte cinético y arte moderno | |
Seudónimo | Calder, Sandy, 1898-1976 | |
Género | Arte abstracto y arte público | |
Obras notables | Flamingo | |
Miembro de | ||
Sitio web | www.calder.org | |
Distinciones | Medalla Presidencial de la Libertad | |
Firma | ||
Alexander Calder (22 de julio de 1898, Lawnton, Pensilvania-11 de noviembre de 1976, Nueva York) fue un escultor estadounidense conocido por ser el inventor del móvil (esculturas cinéticas colgantes) y precursor de la escultura cinética.[1][2]
Reconocido principalmente por sus esculturas, también creó pinturas, grabados, miniaturas (como su famoso El Circo de Calder), escenografía, joyas, tapices, alfombras y carteles políticos.[3] Calder fue honrado por el Servicio Postal de los Estados Unidos con un conjunto de cinco sellos de 32 centavos en 1998.[4] También recibió la Medalla Presidencial de la Libertad después de negarse a recibirla de Gerald Ford en protesta por la Guerra de Vietnam; esta medalla la recibió en 1977, un año después de su muerte.
Su obra más importante son las monumentales "Nubes Flotantes" (1952-1953) del Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela en Caracas. Esta obra forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Las nubes de Calder fueron especialmente diseñadas para combinar arte y tecnología, haciendo del auditorio una de las cinco salas con la mejor acústica del mundo.
Un factor interesante y novedoso fue el sonido, y lo tuvo presente en sus obras, ya que sus estructuras chocaban unas con otras. Además se interesó por las sombras que proyectaban sus móviles, tan cambiantes como su pieza en sí, por lo que empezó a cuidar la iluminación de los espacios expositivos.