El anegamiento de un suelo es su saturación con agua.[1] Se puede considerar anegado un suelo cuando está casi saturado con agua durante la mayor parte del año, de modo que la fase gaseosa del suelo está restringida[2] y prevalecen condiciones anaeróbicas.
Si bien la RAE considera "anegar"[3] sinónimo de "inundar", en la traducción del concepto inglés waterlogging en su sentido agrícola (hay otro sentido, arqueológico), un campo de cultivo anegado (waterlogged) no es lo mismo que un campo inundado (flooded). En el campo inundado una lámina continua de agua cubre el terreno, que no se ve. En el campo anegado el terreno se ve, pero la humedad del suelo es tan elevada que, al pisarlo, brota agua alrededor del zapato.
La RAE reconoce anegamiento[4], pero no anegación, que sin embargo también se usa en artículos agrícolas.[2]
Un concepto relacionado es el de encharcamiento, por el que algunos traductores automáticos trasladan waterlogging. Es diferente. Encharcar un terreno es cubrirlo de charcos (pequeñas extensiones de agua discontinuas). También se denomina encharcamiento a un determinado comportamiento de las mariposas. Un terreno puede quedar encharcado tras una lluvia copiosa o prolongada, pero generalmente se trata de algo temporal, mientras que "anegamiento", un término más especializado, suele aludir a una situación más permanente.
El anegamiento es negativo para casi todos los cultivos y reduce su rendimiento, porque a las plantas les favorece que en el suelo, además de humedad, haya aire, y la saturación con agua desplaza este aire.