En la teología y escatología cristianas, el nombre «anticristo» se refiere a una figura que cumpliría con las profecías bíblicas concernientes al antagonista de Cristo. El uso de este vocablo aparece cinco veces en la Biblia tanto en forma singular como en plural, todas ellas en dos de las cartas del apóstol Juan, donde por un lado hace referencia a la manifestación, prevista para el fin de los tiempos,[1] y, por otro, a la anticipación de esta manifestación en la acción de apóstatas que reniegan del cristianismo.