Las apuestas mutuas o apuestas de totalizador son un sistema de apuestas en el que los apostadores colocan dinero en una bolsa común, y el dinero se reparte a las apuestas ganadoras en proporción al monto apostado.[1]
Los dividendos se calculan dividiendo la bolsa a repartir entre el monto apostado al resultado ganador. Por tanto, dependen de los pronósticos de los apostadores, en vez de los pronósticos de la casa de apuestas. La comisión de la casa de apuestas y los impuestos se obtienen de una porción fija de la bolsa.
Este sistema se utiliza comúnmente en carreras de caballos, carreras de galgos y cesta punta, donde se establece un sistemas de apuestas centralizado.
El sistema lo creó el empresario catalán Josep Oller en el año 1867[2].