La arquitectura de estilo italianizante fue una etapa característica del siglo XIX en la historia de la arquitectura clásica. En el estilo italianizante, los modelos y el vocabulario arquitectónico del estilo italiano del siglo XVI (renacimiento italiano), que habían servido de inspiración tanto para el palladianismo como para al neoclasicismo, fueron sintetizados con estéticas pintorescas. El estilo que la arquitectura que de ello surgió, aunque también fue caracterizado como "Neorrenacentista", fue particular de su época. «La mirada retrospectiva transforma a su objeto», escribió Siegfried Giedion sobre los estilos historicistas de la arquitectura; «cada espectador, en cada período —de hecho, en cada momento— inevitablemente transforma el pasado de acuerdo a su propia naturaleza».[3]
En Inglaterra el estilo italianizante fue desarrollado en un primer momento por John Nash, hacia 1802, con la construcción de la casa Cronkhill en Shropshire. Esta pequeña estancia de campo es reconocida en general como la primera de estilo italianizante en Gran Bretaña, derivándose de ella los posteriores estilos de las épocas de la Regencia y victoriana.[4]
El estilo italianizante fue luego desarrollado y popularizado por el arquitecto sir Charles Barry, en la década de 1830.[5] El estilo italianizante de Barry se inspiró esencialmente en edificios del Renacimiento italiano para sus motivos, este concepto, a veces en contraste con las estancias semirrústicas de Nash, produjo lo que se conoce como estilo italianizante. El estilo no se circunscribió solamente a Inglaterra y se utilizó de maneras variadas, luego de la caída de su popularidad en Gran Bretaña, a lo largo de todo el norte de Europa y el Imperio Británico. Desde fines de la década de 1840 a la de 1890 alcanzó gran popularidad en los Estados Unidos,[6] allí promovido por el arquitecto Alexander Jackson Davis; y también en el resto de América.