Se denomina arquitectura lombarda a la arquitectura del reino de los lombardos (en Italia), que existió entre los años 568 a 774 (con una permanencia residual en el sur de Italia hasta los siglos X y XI) y cuyas obras fueran encargadas por los reyes y duques lombardos.
Las edificaciones de los lombardos en el norte de Italia (Langobardia Maior) se han perdido como consecuencia de renovaciones o reconstrucciones, las pocas excepciones incluyen el Templete Lombardo en Cividale del Friuli o la iglesia de Santa Maria foris portas en Castelseprio. Sin embargo en el sur de Italia (Langobardia minor) si han sobrevivido algunas edificaciones , especialmente en lo que era el ducado de Benevento: los muros de la ciudad, la iglesia de Santa Sofia y la Rocca dei Rettori, una de las pocas estructuras militares lombardas que ha sobrevivido, como también otros sitios de menor importancia cerca de Benevento y en lo que fuera el ducado de Spoleto.
Los principales edificios lombardos que se conservan han sido declarados en 2011 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO,[1] incluidos en el sitio «Centros de poder de los longobardos en Italia (568-774 d. C.)» que comprende siete sitios con notables obras arquitectónicas, artísticas y esculturas.