El movimiento de arte y de crítica de arte feminista emergió en los años sesenta y se consolidó a lo largo de los setenta como parte del movimiento feminista más amplio, enfocándose en examinar las representación de las mujeres en el arte y del arte producido por mujeres. Su desarrollo continúa hasta la actualidad.[1] Abarca el estudio de los esfuerzos y logros del movimiento feminista para hacer más visible el arte realizado por mujeres dentro de la historia del arte y la práctica artística; asimismo, examina conceptos y temas de la crítica de arte desde la óptica feminista, tales como la representación, las estrategias materiales y la estética.
Ha de diferenciarse el «arte hecho por mujeres», que puede ser exactamente igual, en cuanto a temas y géneros, al de otras tradiciones, de lo que es un «arte feminista», que pretende ser diferente, tratar otros temas y alterar los valores tradicionales en el arte.