En el marco del hinduismo, un avatar(अवतार; Archivo de audio "ɐʋɐt̪aːɾɐ" no encontrado) es un concepto dentro del hinduismo que en sánscrito significa literalmente descenso. Significa la aparición material o encarnación de una deidad poderosa, o espíritu en la Tierra.[1][2] El verbo relativo «posarse, hacer su aparición» se utiliza a veces para referirse a cualquier gurú o ser humano venerado.[3][4] es la encarnación terrestre de un dios; siendo los más conocidos en particular los de la divinidad Vishnú. Es el equivalente en mitología comparada de los semidioses griegos y romanos.
La palabra también se utiliza para referirse a encarnaciones de dioses o a maestros muy influyentes de otras religiones aparte del hinduismo, especialmente a los adherentes a tradiciones dhármicas cuando tratan de explicar a personajes como Cristo.
La palabra avatar no aparece en la literatura védica;[5] sin embargo, aparece en formas desarrolladas en la literatura postvédica y como sustantivo particularmente en la literatura puránica después del siglo VI d. C.[6]. A pesar de eso, el concepto de un avatar es compatible con el contenido de la literatura védica, como los Upanishads, ya que es la imaginería simbólica de la Saguna Brahman, concepto en la filosofía del hinduismo. El Rigveda describe a Indra como dotado del misterioso poder de asumir cualquier forma a voluntad.[7][8] El Bhagavad Gita expone la doctrina del avatara, pero con términos distintos a avatar.[9][10]
Las escrituras del sijismo incluyen los nombres de numerosos dioses y diosas hindúes, pero rechaza la doctrina de la encarnación del salvador y respalda la opinión de los santos del movimiento bhakti hindú, como Namdev, de que el dios eterno sin forma está dentro del corazón humano, y el hombre es su propio salvador.[11]