Batalla de Saint-Mihiel | ||||
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Frente Occidental, ofensiva de los Cien Días Parte de Primera Guerra Mundial | ||||
Tanque Renault FT-17 cruzando una trinchera y dirigiéndose hacia las líneas alemanas, St. Mihiel. | ||||
Fecha | 12-15 de septiembre de 1918 | |||
Lugar | Saint-Mihiel, Francia | |||
Coordenadas | 48°53′21″N 5°32′37″E / 48.889166666667, 5.5436111111111 | |||
Conflicto | Captura de Saint-Mihiel en el marco de la ofensiva de los Cien Días | |||
Resultado | Victoria aliada | |||
Cambios territoriales | Desaparición del saliente de Saint-Mihiel | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La Batalla de Saint-Mihiel fue una batalla de la Primera Guerra Mundial librada del 12 al 15 de septiembre de 1918, en la que participaron la Fuerza Expedicionaria Estadounidense (American Expeditionary Forces, AEF) y 110 000 soldados franceses, todos ellos bajo el mando del General estadounidense John J. Pershing, contra posiciones alemanas. El Servicio Aéreo del Ejército de Estados Unidos desempeñó un papel importante en esta acción.[6][7]
El ataque al saliente de Saint-Mihiel formaba parte de un plan de Pershing en el que esperaba que los estadounidenses rompieran las líneas alemanas y capturaran la ciudad fortificada de Metz. Fue la primera gran ofensiva lanzada principalmente por el Ejército de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, y el ataque sorprendió a los alemanes en pleno proceso de retirada,[7] lo que significó que su artillería estaba fuera de lugar y el ataque americano, al toparse con unas fuerzas alemanas desorganizadas, tuvo más éxito del esperado. La ofensiva de Saint-Mihiel sirvió para demostrar que el ejército estadounidense estaba a la misma altura de las fuerzas francesas y británicas, y evidenció una vez más el papel crítico de la artillería durante la Primera Guerra Mundial y la dificultad de abastecer a ejércitos tan masivos mientras estaban en movimiento. A pesar de la victoria aliada, la lluvia afectó por igual a ambos bandos[6] y el ejército estadounidense vio como su artillería y los víveres quedaron rezagados en los caminos embarrados.[8] Asimismo, el ataque a Metz inicialmente previsto por Pershing no se llevó a cabo, ya que el mariscal francés Ferdinand Foch ordenó a las tropas norteamericanas marchar hacia Sedán y Mézières, lo que conduciría a la ofensiva del Mosa-Argonne.[9]
Una de las razones del éxito de las fuerzas estadounidenses en la ofensiva de St. Mihiel fue la orden de operaciones minuciosamente detallada del general Pershing. La operación de Pershing incluía planes detallados para penetrar en las trincheras alemanas, utilizando un enfoque de guerra de armas combinadas.[7] Otra razón fue la audacia de los comandantes de pequeñas unidades en el campo de batalla. A diferencia de otros oficiales que mandaban a sus soldados desde la retaguardia, el coronel George S. Patton y el general de brigada Douglas MacArthur y sus subordinados dirigían a sus hombres desde las primeras líneas.[8] Creían que el control personal de la situación por parte de un comandante ayudaría a aliviar el caos del campo de batalla.[6]
El capitán estadounidense Harry Truman, que comandaba la Batería D del 129º Regimiento de Artillería de Campaña durante la batalla, se convirtió más tarde en Presidente de los Estados Unidos.[10]
Esta batalla marcó el primer uso de los términos «Día D» y «Hora H» por parte de los estadounidenses. Asimismo, la batalla de Saint-Mihiel quedó inmortalizada como clímax de la película muda bélica de 1927 Alas (Wings), dirigida por William A. Wellman.