El bautismo (romanización, baptó o baptizó; significado: ‘«lavar» o «sumergir»’)[1] es un rito de adopción y admisión al cristianismo casi invariablemente asociado con el uso de agua.
↑ abGonzález, Justo L. (2011). Diccionario manual de Teología. Viladecavalls: Editorial Clie. p. 264. ISBN978-84-8267-482-7. Consultado el 12 de mayo de 2015. «Las Iglesias Orientales también estaban presentes en aquel concilio (Concilio de Florencia de 1439), y ellas también cuentan los sacramentos como estos siete. La Reforma Protestante en general reservó el título de sacramento para la eucaristía y el bautismo, porque se puede mostrar que estos dos fueron instituidos por Cristo. Los otros fueron generalmente conservados como ritos de la iglesia. La Iglesia de Inglaterra ofrece la lista tradicional de siete (sacramentos), pero declara al mismo tiempo que el bautismo y la eucaristía son los dos sacramentos “principales”. Algunos de los elementos más radicales dentro del protestantismo rechararon el término mismo de “sacramento”, que les parecía “papista”, y prefirieron referirse a las “ordenanzas de Cristo”».