Una biblioteca nacional es aquella biblioteca en la cual se deposita, acopia, preserva y difunde el patrimonio bibliográfico de un país. Para la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), es la biblioteca responsable de adquirir y conservar copias de todos los documentos relevantes publicados en el país donde está localizada.[1] A diferencia de una biblioteca pública, está integrada por colecciones únicas e históricas, de acceso restringido, a veces, al público en general. Contiene por ejemplo primeras ediciones de obras históricas.[2]
Se ha acordado en ámbitos colectivos de discusión que las funciones de las bibliotecas nacionales consisten tanto en la preservación y acceso a las memorias documentales, como en la provisión de información organizada sobre sus respectivos países.[3]
Ocupan el primer lugar en la tipología bibliotecaria por la larga tradición de sus colecciones, sus numerosas funciones, su carácter enciclopédico y por conservar el patrimonio bibliográfico nacional. Las Bibliotecas Nacionales son públicas y tienen como finalidad servir a la nación, coleccionando, organizando y preservando toda la información de un país, cual- quiera sea su soporte. Entre 1987 y 1991 la UNESCO publicó tres informes acerca de las bibliotecas nacionales elaborados por Silvestre (1987), Line (1989) y Cornish (1991) donde se redefinieron los objetivos y funciones.[4]