El bienestar es, desde un punto de vista externo, el «conjunto de las cosas necesarias para vivir bien».[1] Desde un punto de vista interno puede definirse como «estado de la persona en el que se le hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica».[1] También se considera el bienestar de una persona lo que, en última instancia, es bueno para esta persona, lo que está en el interés propio de esta persona.[2] Bienestar puede referirse tanto al bienestar positivo como al negativo. En su sentido positivo, a veces se contrasta con el malestar como su opuesto.[3] El término "bienestar subjetivo" denota cómo las personas experimentan y evalúan sus vidas, generalmente medido en relación con el bienestar autorreportado obtenido a través de cuestionarios.[4] A veces se distinguen diferentes tipos de bienestar, como el bienestar mental, el bienestar físico, el bienestar económico o el bienestar emocional.[5] Las diferentes formas de bienestar suelen estar estrechamente interrelacionadas. Por ejemplo, la mejora del bienestar físico (como reduciendo o cesando una adicción) se asocia a la mejora del bienestar emocional.[6] Otro ejemplo es que un mayor bienestar económico (por ejemplo, poseer más riqueza) tiende a asociarse con un mayor bienestar emocional, incluso en situaciones adversas como la pandemia de COVID-19.[7][8] El bienestar desempeña un papel central en la ética, ya que lo que debemos hacer depende, al menos en cierta medida, de lo que mejoraría o empeoraría la vida de alguien.[5] Según el bienestarismo, no hay otros valores además del bienestar.[2]
Los términos bienestar, placer y felicidad se usan de manera indiferenciada en el lenguaje cotidiano, pero sus significados tienden a separarse en contextos técnicos como la filosofía o la psicología. El placer se refiere a la experiencia que se siente bien y suele considerarse como uno de los componentes del bienestar. Pero puede haber otros factores, como la salud, la virtud, el conocimiento o el cumplimiento de los deseos.[9] La felicidad, a menudo vista como "el exceso de la experiencia placentera sobre la desagradable" o como el estado de satisfacción con la vida de uno en su conjunto, también suele considerarse un componente del bienestar.[10]
Las teorías del bienestar intentan determinar qué es esencial para todas las formas de bienestar. Las teorías hedonistas identifican el bienestar con una mayor cantidad de placer sobre el dolor. Las teorías del deseo sostienen que el bienestar consiste en la satisfacción de deseos: cuanto mayor sea el número de deseos satisfechos, mayor será el bienestar. Las teorías de listas objetivas afirman que el bienestar de una persona depende de una lista de factores que pueden incluir elementos subjetivos y objetivos.
El bienestar es el tema central de la psicología positiva, cuyo objetivo es descubrir los factores que contribuyen al bienestar humano.[11] Martin Seligman, por ejemplo, sugiere que estos factores consisten en tener emociones positivas, estar involucrado en una actividad, tener buenas relaciones con otras personas, encontrar sentido a la propia vida y tener una sensación de logro en la búsqueda de las propias metas.[12]
Igualmente dentro de la filosofía oriental, podemos encontrar términos que abarcan el concepto de bienestar, tales cómo el término Sukha en la filosofía budista.
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