El biopunk (neologismo que resulta de la contracción de los términos "biotechnology" y "punk") es un subgénero dentro del "ciberpunk" que utiliza elementos de la novela policíaca, el cine negro, el anime y la prosa post-modernista para describir una sociedad nihilista y underground basada en la biotecnología.[1]
El biopunk describe a los movimientos contraculturales que se desarrollaron durante la “revolución biotecnológica”, especialmente en las décadas de 1990 y 2000, de la que se esperaba que tuviera un importante impacto en la sociedad de la primera mitad del siglo XXI. El tema principal de este subgénero es la lucha de un individuo o un colectivo, a menudo resultantes de la experimentación con ADN humano, contra un régimen totalitario o una gran corporación que emplea la biotecnología para fines no éticos, como el control social. A diferencia del cyberpunk, la historia no especula sobre la tecnología de la información sino sobre biología sintética. Y al igual que en el postcyberpunk, los individuos suelen estar modificados y perfeccionados genéticamente. La característica común de las historias del biopunk es la presencia de una “black clinic” (clínica negra), es decir, un laboratorio, clínica u hospital donde se realizan modificaciones biológicas o manipulaciones genéticas ilegales o de dudosa ética.[2]
Uno de los escritores más prominentes dentro de este campo es Paul Di Filippo, que ha denominado a sus relatos ribofunk (término que hace referencia a los ribosomas).[3]