Una bomba (del latín: bombus, ruido) es un arma explosiva que utiliza la reacción exotérmica de un material explosivo para generar una liberación de energía extremadamente violenta y repentina. La detonación inflige daño principalmente mediante estrés mecánico transmitido por tierra y aire, por el impacto y penetración de proyectiles dirigidos por la presión, mediante daños por presión y a través de los efectos de la propia explosión. La explosión de una bomba ha de ser controlada, por un reloj, por un control remoto, por un sensor de presión, por radar o por el contacto, entre otros.
Las bombas han sido utilizadas desde el siglo XI por la Dinastía Song en China.