El brillo superficial es un concepto utilizado en astronomía para describir el brillo aparente de objetos astronómicos extensos (a diferencia de las estrellas, que aparecen como un punto), como galaxias y nebulosas.
Generalmente la magnitud aparente de un objeto indica su luminosidad en su conjunto. Si, por ejemplo, una galaxia tiene magnitud 12,5, significa que se ve la misma cantidad total de luz de la galaxia la que se vería en una estrella de igual magnitud. Sin embargo, mientras que las estrellas son tan pequeñas que se pueden considerar un punto en la mayor parte de las observaciones, una galaxia o nebulosa puede extenderse por varios segundos de arco (segundos de arco) o minutos de arco. Es por ello que con la misma magnitud una galaxia es más difícil de observar que una estrella, ya que el brillo de la galaxia se distribuye en un área mayor. El brillo superficial indica la facilidad de observación de un objeto.