La cachemira, cachemir o casimir[1] es una de las lanas de cabra más escasas y menos comunes del mundo y a su vez una de las más valoradas. Es suave al tacto, sedosa, ligera y buen aislante térmico.[2]
Por sus características y su escasez su precio es relativamente elevado comparado con el de otras fibras y por ello usarla es muestra de clase, lujo y distinción.
Su origen está en las solitarias y aisladas poblaciones locales de las montañas del Tíbet, en la vertiente sur del Himalaya y la región de Xinjiang en China, zonas de montaña con temperaturas bajo cero donde tiene su origen la cabra de Cachemira (enlace en inglés)(Changthangi, Kashmir Pashmina). La fibra se obtiene de la parte más profunda, más fina y delicada de la lana de esta cabra. Esta lana está producida por los folículos secundarios, mientras que la capa exterior más basta y protectora, está producida por los folículos primarios.
Requiere un cuidado especial, como una esmerada protección al roce intensivo, que promueve la aparición del frisado.