Caldea es el nombre con que se conoció en la Antigüedad la región situada en la media Mesopotamia, al establecerse en ella los caldeos. Posteriormente esta denominación se extendió a toda la región de Babilonia, pero solo debe llamarse Caldea a la zona extrema sudoriental de la parte meridional de la cuenca del Éufrates y el Tigris, próximo a los desiertos de Arabia. El término 'caldea' proviene del latín Chaldaeus, y este a su vez del griego antiguo Χαλδαῖος, y este, finalmente, del acadio kaldû.[1]
Durante un período de debilidad en el reino de Babilonia de las tribus semíticas orientales, llegaron a la región desde el Levante entre los siglos XI y IX a. C. migrantes de nuevas tribus semíticas occidentales.[2] Las primeras oleadas estaban formadas por suteanos y arameos, seguidos un siglo más tarde por los kaldu, grupo que más tarde se conocería como caldeos o caldeos. Estas migraciones no afectaron al poderoso reino e imperio de Asiria en Alta Mesopotamia, que repelió estas incursiones.
Estos caldeos nómadas se asentaron en el extremo sureste de Babilonia, principalmente en la orilla izquierda del Éufrates. Aunque durante un corto período de tiempo el nombre se refirió comúnmente a todo el sur de Mesopotamia en la literatura hebrea, esto fue un error geográfico e histórico, ya que Caldea propiamente dicha era en realidad sólo la llanura en el extremo sureste formada por los depósitos del Éufrates y el Tigris, Se extendía unos 650 km a lo largo del curso de estos ríos y tenía una anchura media de unos 160 km. Hubo varios reyes de origen caldeo que gobernaron Babilonia.[3] : 178 Del 626 a. C. al 539 a. C., una familia gobernante denominada dinastía caldea, llamada así por su posible origen caldeo,[3]: 4 gobernó el reino en su apogeo bajo el Imperio neobabilónico, aunque el último gobernante de este imperio, Nabonido (556-539 a. C.) (y su hijo y regente Belsasar) fue un usurpador de ascendencia asiria.