Carlos VII el Victorioso | ||
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Rey de Francia | ||
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Rey de Francia | ||
21 de octubre de 1422-22 de julio de 1461 (38 años y 274 días) (En guerra con Enrique VI) (Hasta 1453) | ||
Predecesor | Carlos VI | |
Sucesor | Luis XI | |
Información personal | ||
Coronación | 17 de julio de 1429, en la Catedral de Reims | |
Nacimiento |
22 de febrero de 1403 París, Isla de Francia, Francia | |
Fallecimiento |
22 de julio de 1461 (58 años) Mehun-sur-Yèvre, Berry, Francia | |
Sepultura | Basílica de Saint-Denis | |
Familia | ||
Casa real | Valois | |
Dinastía | Capetos | |
Padre | Carlos VI de Francia | |
Madre | Isabel de Baviera | |
Consorte | María de Anjou | |
Heredero | Luis XI de Francia | |
Hijos |
Luis XI de Francia Radegunda de Francia Catalina de Francia, Condesa de Charolais Yolanda de Valois Magdalena de Francia Carlos de Valois, duque de Berry Carlota de Valois (ilegítima) | |
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Firma | ||
Carlos VII de Francia (París, 22 de febrero de 1403- Mehun-sur-Yèvre, 22 de julio de 1461), llamado el Victorioso (en francés: le Victorieux) o el Bien Servido (en francés: le Bien-Servi), fue el quinto hijo del rey Carlos VI y de Isabel de Baviera, descendiente de la dinastía Valois. Se convirtió en heredero al trono y en delfín de Francia en 1417, coronándose como rey de Francia el 17 de julio de 1429, título que ostentó hasta su muerte en 1461, a pesar de que al inicio de su vida tuvo que disputarse el trono con su sobrino Enrique VI de Inglaterra, cuyo regente Juan de Lancaster, el duque de Bedford, dominaba gran parte del reino de Francia, incluyendo la capital, París.
Fue hijo de Carlos VI, rey de Francia, pero su sucesión al trono fue puesta en tela de juicio por los ingleses que ocupaban el norte de Francia, y el tratado de Troyes, firmado por su padre, Carlos VI, que estipulaba que el sucesor al trono francés sería Enrique VI, el monarca inglés. Aun así, fue coronado en Reims en 1429 gracias en parte a los esfuerzos de Juana de Arco por liberar Francia de la ocupación inglesa. La última fase de su reinado se caracterizó por fricciones constantes con su hijo, el futuro Luis XI.