Castillo de Loarre | ||
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Bien de interés cultural Patrimonio histórico de España | ||
Localización | ||
País | España | |
Comunidad | Aragón | |
Provincia | Huesca | |
Localidad | Loarre | |
Datos generales | ||
Categoría | Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento | |
Código | 7-INM-HUE-006-149-001 | |
Declaración | Resolución: 05/03/1906 Publicación: 09/03/1906 | |
Construcción | Siglo XI - | |
Estilo | Románico | |
El castillo de Loarre o castillo abadía de Loarre (en aragonés castiello de Lobarre) es un castillo románico situado en la provincia de Huesca, Aragón, España.
Desde su posición se tiene un control sobre toda la llanura de la Hoya de Huesca y en particular sobre Bolea, principal plaza musulmana de la zona y que controlaba las ricas tierras agrícolas de la llanura. Fue construido en el siglo XI y presenta un buen estado de conservación, lo que hace que sea uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar y civil del románico de España. Fue declarado Monumento Nacional en el año 1906. En la actualidad cuenta con el estatus de bien de interés cultural. Las instituciones regionales y comarcales están interesadas en promover su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.[1]
El castillo se asienta sobre un promontorio de roca caliza que utiliza como cimientos. Esto suponía una gran ventaja defensiva, ya que así los muros no podían ser minados (técnica habitual en el asedio de fortalezas, que consistía en construir un túnel por debajo del muro para después hundirlo y abrir así una brecha por la que asaltar). Además está rodeado por una muralla con torreones.
El castillo está en bastante buen estado de conservación (salvo la parte del antiguo castillo de Sancho III de Navarra, mucho más deteriorada) y está considerado como la fortaleza románica mejor conservada de Europa. Destacan la pequeña capilla, la cripta de santa Quiteria, situada a la entrada (con una increíble acústica) y la majestuosa iglesia del castillo (de la que se desconoce el paradero de las pinturas románicas) en la que llama la atención la cúpula (por lo poco habitual que es en el románico).