Catequilla es el nombre de siete lugares ya sean manantiales o cerros que se encuentran en Ecuador. Se cree que formaban parte importante del rito del catequillado que a su vez era parte del culto a Catequil, bastante difundido entre los señoríos étnicos de Ecuador y que influenciaría en Colombia a la cultura Pasto y en Perú se difundiría hasta Cajamarca. Su nombre proviene de jatiquilla que en lenguas barbacoanas significa siguiendo a la luna.[1][2]
De especial interés es el sitio arqueológico[3]de procedencia quitu ubicado en la Parroquia San Antonio, cerca de Quito, en la zona del valle de Pomasqui. Tiene una cota de 2638 metros sobre el nivel del mar.[4] Con una vista de 360° y suficiente profundidad de campo como para poder distinguir 25 pueblos antiguos en sus alrededores, se presume que era usado como un mirador,[5] observatorio astronómico[6] y bohío ceremonial[7]aun antes de la llegada de los Incas y que se encuentra frente al Monumento a la Mitad del Mundo, donde la misión geodésica haría mediciones para determinar la forma de la tierra y también ubicar la línea ecuatorial. Otro manantial se encuentra cerca de la "bola de Guachalá", igualmente emplazada en la línea ecuatorial cerca de donde ahora funcional el reloj solar Quitsato. Se han hecho investigaciones astronómicas sobre los discos líticos, su alineación con las estrellas, así como investigaciones arqueológicas para identificar las culturas que llevaron a cabo su construcción.