Un chal (del persa شال shâl, derivado a su vez del sánscrito शाट śāṭa /shaati/ o /shaadi/) es una prenda de vestir principalmente femenina más larga que ancha y que se echa sobre los hombros. Se trata de un complemento que se coloca sobre los hombros y parcialmente los brazos. Se utiliza como prenda de abrigo y como elemento de adorno. Su origen se remonta al menos hasta la antigua Asiria (siglo XIX a. C.),[1] desde donde se difundió por Oriente Medio, Indostán, etc. En occidente, su uso se remonta al siglo XVIII, cuando los soldados de los imperios coloniales británico y francés lo trajeron de las Indias Orientales. En el siglo XIX fue muy popular el modelo adornado con motivos de diseño cachemir y aún hoy se lleva tanto como prenda doméstica como para acudir a fiestas y eventos.[2]
Además de un elemento de abrigo, el chal se considera en occidente una prenda elegante y seductora. Apropiada tanto para invierno como para verano, se puede llevar cubriendo los hombros o deslizarlo por ellos para mostrar la parte superior de la espalda. Si el chal es muy ancho se aconseja doblarlo por la mitad y llevarlo holgado ahuecándolo en la espalda. Puede anudarse al frente o rodear los brazos y anudarse a la espalda. También se puede pasar un extremo alrededor del cuello y echarlo hacia atrás como si fuera un foulard. Lo importante es llevarlo con gracia y con estilo.[3]
El chal se fabrica en gran variedad de formatos, colores y tejidos (seda, lanas [incluyendo al casimir ], encaje, etc.) adornándose a menudo con flecos.