El cimborrio (del latín ciborĭum, a su vez del griego κιβώριον, kibṓrion 'fruto del nenúfar', 'copa de forma semejante a la de este fruto')[1] es un elemento arquitectónico en forma de torre erigido sobre el crucero de una iglesia,[2] que permite iluminar y ventilar el interior. Generalmente son de planta cuadrada u octogonal y descansan sobre los arcos torales o bien sobre pechinas o trompas. Sus paños verticales están calados por vanos (ventanales o lucernarios), que además de iluminar y ventilar, alivian su pesadez.[3]
Los cimborrios se cubren de muy distintas maneras, primero con techumbres planas y aguadas poco pronunciadas y apenas perceptibles desde la lejanía. Fueron complicándose y se convirtieron en verdaderas torres rematadas con escalonamientos, pináculos y chapiteles o flechas agudas, algunas de gran altura, como la de la catedral de Ruan. A medida que iban ganando importancia, pasaron a ser el elemento compositivo central de la silueta de la iglesia, adquiriendo más y más altura, organizándose en plantas y rivalizando con las propias torres de campanarios y fachadas. En algunas zonas se emplazaron en ellos los mismos campanarios y hasta los relojes comunales.
Llegaron a ser tan sofisticados que a veces es difícil distinguirlos: se confunden con verdaderas torres y no siempre se sabe si se trata de cimborrios cubiertos con cúpula o son cúpulas sobre tambor. La misma definición que da la RAE de cimborrio—«Cuerpo cilíndrico que sirve de base a la cúpula y descansa inmediatamente sobre los arcos torales»[1]— no ayuda, ya que claramente lo confunde con el tambor, que define bien —«Pared vertical redonda o poligonal, generalmente con ventanas, que sostiene una cúpula»[4]—. Una torre elevada sobre el crucero o una torre central tampoco es siempre necesariamente cimborrio y, de hecho, a veces se separan del espacio inferior del crucero por una bóveda. Este es el caso de la catedral de Bayeux y de la abadía de Saint-Ouen en Rouen, por ejemplo. Algunos campanarios dispuestos sobre el tiburio, separan solamente la parte de la flecha, iluminando el cimborrio el espacio interior.
Aunque no es un elemento exclusivo de la arquitectura religiosa, se empleó en casi toda Europa en las grandes iglesias desde la época medieval, primero en estilo románico y luego gótico. Destacan los cimborrios góticos franceses de la zona de Normandía, los cimborrios normandos de Inglaterra y el conjunto de cimborrios del Duero en la península ibérica.
Se usan también para designar los cimborrios los términos de tiburio (tomado del italiano) y torre-linterna (del inglés, lantern tower).[2]