El género de cine de espías, también conocido a veces como cine de espionaje, trata el tema del espionaje ficticio, bien de manera realista (como las adaptaciones de John le Carré) o bien sirviendo como base para la fantasía (como muchas películas de James Bond). Muchas novelas del género de la ficción de espías han sido adaptadas al cine, entre ellas las obras de John Buchan, le Carré, Ian Fleming (Bond) y Len Deighton. El género constituye un aspecto significativo del cine británico,[1] incluyendo a importantes directores británicos como Alfred Hitchcock o Carol Reed, que hicieron contribuciones notables, así como numerosas películas ambientadas en el Servicio Secreto Británico.[2]
Las películas de espías muestran las actividades de espionaje de agentes gubernamentales y el riesgo que sufren de ser descubiertos por sus enemigos. Desde los thrillers de espionaje nazi de la década de 1940 hasta las películas de James Bond de la década de 1960 y los éxitos de taquilla de alta tecnología de la actualidad, las películas de espías han sido siempre populares entre el público de todo el mundo. Ofreciendo una mezcla de escapismo emocionante, innovaciones tecnológicas y lugares exóticos, muchas películas de espías combinan los géneros de acción y ciencia ficción, presentando héroes claramente delineados para que el público los apoye y villanos para que los odien. Pueden incluir también elementos de thrillers políticos. Con todo, muchas de estas películas son cómicas (en su mayoría comedias de acción si caben dentro de tal género).
James Bond es el más famoso de los espías cinematográficos, pero también hubo obras más serias e indagatorias como El espía que vino del frío, de le Carré, que también surgieron de la Guerra Fría. Al terminar la Guerra Fría, el villano más nuevo pasó a ser el terrorismo y, con mayor frecuencia, involucrando al Medio Oriente.[3]