Copa Intercontinental 1988 | |||||
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Datos generales | |||||
Sede | Tokio, Japón | ||||
Fecha | 11 de diciembre de 1988 | ||||
Edición | XXVII | ||||
Organizador |
Conmebol UEFA | ||||
Palmarés | |||||
Campeón | Nacional (3.º título) | ||||
Subcampeón | PSV Eindhoven | ||||
Mejor jugador |
Santiago Ostolaza (Nacional) | ||||
Datos estadísticos | |||||
Asistentes | 62 000 | ||||
Participantes | 2 | ||||
Partidos | 1 | ||||
Goles | 4 | ||||
Goleadores |
Santiago Ostolaza (2 goles) (Nacional) | ||||
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Cronología | |||||
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La Copa Intercontinental 1988 fue la vigésimo séptima edición del torneo que enfrentaba al campeón de la Copa Libertadores de América con el campeón de la Copa de Campeones de Europa. Se llevó a cabo, por novena vez consecutiva, en un único partido jugado el 11 de diciembre de 1988 en el Estadio Nacional de la ciudad de Tokio, en Japón.
El encuentro fue disputado por Nacional de Uruguay, ganador de la Copa Libertadores 1988, y PSV Eindhoven de los Países Bajos, campeón de la Copa de Campeones de Europa 1987-88. El marcador final, pasados los 90 minutos reglamentarios y los 30 del tiempo suplementario, fue de empate 2-2. En la definición por penales, el equipo sudamericano se llevó la victoria por 7 a 6. El triunfo le significó a Nacional su tercer título como campeón del mundo —alcanzando el récord que por entonces compartía solamente con su archirrival Peñarol— y su séptimo título internacional.
Esta final está considerada, tanto por la prensa oficial de la Conmebol y la FIFA como por los aficionados, como una de las finales más emotivas de la historia de la Copa Intercontinental,[1][2][3] producto, en gran medida, de lo cambiante del resultado durante el transcurso de los 120 minutos —ambos equipos estuvieron en ventaja en diferentes tramos del partido—, y de la extensa y dramática definición por penales, donde cada conjunto ejecutó 10 tiros, llegando los dos a estar a solo un gol de coronarse campeones.