La Kodak Verifax o comúnmente conocida como fotocopiadora de negativo, es una fotocopiadora que usa una técnica coloidal húmeda de transferencia por difusión, patentada por Yutzi H.C y Yackel E.C. (1947).[1][2] La fuente de luz se proyecta hacia la parte superior atravesando el negativo y reflejándose -más o menos, según el color- contra el original que se va a copiar. Tiene una base que contiene la cubeta con el líquido revelador y el temporizador de exposición.[3]
Debido a su extremada sencillez tuvo gran difusión hasta finales de la década de los 60, en que fue superada por la gran popularidad de las xerocopias que usan papel normal. Las copias tenían cierto olor y perdían contraste con el tiempo.
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