La cultura griega ha evolucionado durante toda su historia, con sus inicios en las civilizaciones minoica y micénica continuando con la notable Grecia clásica, el surgir de la época helenística y por medio de la influencia del imperio romano y su sucesor, el imperio bizantino, en la Grecia oriental. El imperio otomano también tuvo una influencia considerable en la cultura griega, pero es la guerra de independencia griega la que revitaliza Grecia y propicia el nacimiento de una identidad individual dentro de su polifacética cultura a lo largo de su historia.[1] Se organizaba político-socialmente en ciudades-estado, llamadas polis, las principales de las cuales fueron Atenas, Esparta, Corinto y Tebas.[2]
A diferencia de otros sistemas esclavistas, los esclavos no eran tratados de manera infrahumana, sino que formaban un estamento inferior en la sociedad griega. Estaban al servicio de sus amos pero obtenían un pago por su trabajo (dádivas) y pudiendo formar una familia en relativa libertad.
Los aportes de la Antigua Grecia no son nada desdeñables, y abarcan un enorme conjunto de áreas:
La invención de la democracia directa, específicamente en Atenas, si bien era una democracia para varones atenienses mayores de edad (excluyendo mujeres, esclavos y metecos).
Creación de las Olimpíadas (y celebración continua durante siglos) las festividades deportivas en honor a los dioses del Olimpo que acarreaban una “paz olímpica” entre todas las ciudades griegas.
La invención formal de la filosofía, vocablo acuñado por Pitágoras en el siglo VI a. C., y su práctica por parte de pensadores fundamentales para Occidente como Sócrates, Platón, Aristóteles o Demócrito. Muchos de ellos incursionaron en lo que hoy en día llamamos ciencias o matemáticas, legando también importantes conceptos como la Teoría atómica (Demócrito), diversos teoremas matemáticos (Tales de Mileto, Pitágoras, etc.), medicina (Hipócrates), la teoría de los cuatro humores (Empédocles), y un enorme etcétera.
Variadas y valiosas tradiciones artísticas, de las cuales destaca sobre todo la literatura, cargada del contenido mitológico que su religión y que cultivaron en verso, ocupando un lugar destacado Homero (cultor de la épica: la Ilíada y la Odisea), Esopo (autor de numerosas fábulas), Aristófanes (autor de comedias) o los grandes dramaturgos griegos: Sófocles, Esquilo y Eurípides. También destacan Heródoto (geógrafo e historiador) y Hesíodo (poeta y filósofo).
La vasta e importante mitología griega, en donde se reúnen los relatos fundacionales del mundo y de los dioses (cosmogonía y teogonía), los mitos sobre el ascenso de los Olímpicos al poder derrotando a sus predecesores titánicos, los mitos heroicos y un enorme conjunto de símbolos, relatos y personajes.