Paraguay es un estado unitario que propende a la descentralización, en la forma que establece la constitución y las leyes. Para los efectos de la estructuración política y administrativa del Estado, el territorio nacional se divide, de mayor a menor grado, en departamentos, distritos o municipios que, dentro de los límites la constitución y las leyes, gozan de autonomía política, administrativa y normativa para la gestión de sus intereses, y de autarquía en la recaudación e inversión de sus recursos.
Por Ley N.º71/92 de fecha 6 de noviembre de 1992,[1] el Paraguay está constituido en 17 departamentos y un Distrito Capital, Asunción -que es el asiento de los poderes del Estado-, este último constituyendo un municipio independiente de todo departamento desde el año 1993.
Cada departamento está conformado por distritos municipales y cada departamento posee una capital (sede de la gobernación), estos últimos a su vez son el asiento de los gobiernos departamentales de sus respectivos departamentos.