Desastre de origen natural o catástrofe de origen natural hacen referencia a las enormes pérdidas de materiales y vidas humanas ocasionadas por eventos catastróficos o fenómenos naturales, como terremotos, inundaciones, tsunamis, deslizamientos de tierra, epidemias, entre otros.[1] Hoy en día queda claro que no son desastres naturales, pues no es la naturaleza que los genera, es normal que haya un sismo, es normal que llueva, no es normal que se caiga una casa ni que se inunde, por eso, algunos los definen como desastres socionaturales o desastres de origen natural. De principios del siglo XX a principios del XXI, la cantidad de fallecidos por desastres naturales cayó de 500 000 por año a 50 000, en promedio.[2][3]
De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR), los desastres no son naturales, sino que son el resultado de las omisiones y la falta de prevención, y los desastres se presentan por la acción del hombre en su entorno. Por ejemplo: un huracán en la mitad del océano no es un desastre, a menos que pase por allí un navío.[nota 1]
Los desastres naturales (como la lluvia, terremotos, huracanes y tsunamis entre otros) se convierten en desastres cuando superan un límite de normalidad, medido generalmente a través de un parámetro. Este varía dependiendo del tipo de fenómeno, pudiendo ser la escala de magnitud de momento, la escala de Richter, la escala Saffir-Simpson para huracanes, etc. Los efectos de un desastre pueden amplificarse debido a una mala planificación de los asentamientos humanos, falta de medidas de seguridad, planes de emergencia y sistemas de alerta provocados por el hombre se torna un poco difusa. Por otra parte, algunos desastres son causados únicamente por las actividades humanas. Algunos de estos son: la contaminación del medio ambiente, la explotación irracional de los recursos naturales renovables como los bosques y el suelo no renovables como los minerales; también, la construcción de viviendas y edificaciones en zonas de alto riesgo.
Un clima cambiante puede dar lugar a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos sin precedentes. Los desastres naturales que más están aumentando debido al cambio climático son las inundaciones, las sequías y otras catástrofes relacionadas con el agua.[4]
La actividad humana en áreas con alta probabilidad de desastres se conoce como de alto riesgo. Zonas de alto riesgo sin instrumentación ni medidas apropiadas para responder al desastre o reducir sus efectos negativos se conocen como de zonas de alta vulnerabilidad. A fin de la capacidad institucional para reducir el riesgo colectivo de desastres, estos pueden desencadenar otros eventos que reducirán la posibilidad de sobrevivir a este debido a carencias en la planificación y en las medidas de seguridad también crear un plan de emergencia.
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