La Disciplina arcana o Disciplina arcani (en latín "disciplina del secreto") fue una costumbre cristiana que prevaleció en los siglos IV y V, mediante la cual se ocultaba el conocimiento de ciertas doctrinas y ritos a los no creyentes e incluso a aquellos que estaban en el período de instrucción en la fe. De este modo se aprendían las enseñanzas de manera graduada y se evitaba el riesgo de adoptar ideas heréticas o de usar las creencias cristianas para fines mágicos.[1]