En la terminología de la aviación militar se denomina dogfight (en inglés significa «pelea de perros») al combate aéreo cercano, o combate aéreo cerrado,[1] entre cazas. Así, se dice que dos o más aviones han protagonizado un dogfight cuando se han enfrentado en un combate aéreo cercano, empleando las llamadas "maniobras de combate aéreo" (siglas en inglés: ACM).
Las maniobras de combate aéreo fueron inventadas por los pilotos de la Primera Guerra Mundial, que fue la primera contienda en la que se usaron los aviones como armas de un modo masivo y sistemático.
En la Segunda Guerra Mundial el combate aéreo dejó de ser una “filigrana” de figuras acrobáticas a consistir en ataques a gran velocidad, pasada disparando y ascender rápidamente para empezar de nuevo. Más importante que la maniobrabilidad era ser lo más veloz posible y disponer de un buen armamento. Las tácticas variaban. Gran Bretaña en un principio volaba con patrullas de tres aviones, mientras que los alemanes que habían aprendido en la guerra civil española la eficacia de las parejas de aviones, más ágiles y efectivos.
A pesar de que la tecnología ha evolucionado muchísimo en el campo de la tecnología bélica aeronáutica durante las últimas décadas, los pilotos de la actualidad siguen empleando las mismas tácticas para enfrentarse en el aire que sus predecesores de La Gran Guerra.
Esto no significa que los avances técnicos no hayan afectado la naturaleza del combate aéreo. De hecho, la tecnología ha posibilitado que un piloto pueda dispararle a un avión enemigo un misil a kilómetros de distancia, empleando los avanzados radares actuales, esto se conoce como «Combate más allá del Alcance Visual» (en inglés BVR; Beyond Visual Range). Además, gracias a la toberas de empuje vectorial, la computadora del avión puede dirigir el chorro que sale por la tobera del motor, para optimizar el rendimiento del empuje suministrado y ganar maniobrabilidad.
El combate aéreo clásico ha desaparecido. Ahora los cazas pueden localizarse a mucha distancia, gracias a los radares, información trasmitida desde tierra etc.. Sin embargo, cuando el enfrentamiento se produce a corta distancia, ya no es la tecnología la que decide el duelo, sino la pericia del piloto, quien debe colocarse por detrás de la aeronave del enemigo para poder dispararle con el cañón o los misiles de guía infrarroja (IR) de corta distancia —aunque aquí también hay cierta diferencia con el pasado, pues los últimos misiles pueden ser lanzados, al menos en teoría, desde cualquier dirección, y no necesariamente por detrás, lo cual es mucho más difícil—.
En la actualidad, y luego de las experiencias adquiridas en diversas guerras, varias fuerzas aéreas poseen escuelas dedicadas a la enseñanza e investigación de las tácticas y maniobras de combate aéreo. La más famosa de todas ellas sea probablemente la United States Navy Strike Fighter Tactics Instructor, de la marina estadounidense, fundada como consecuencia de la Guerra de Vietnam y conocida popularmente como «Top Gun».