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Elecciones presidenciales de 1828 261 votos del Colegio Electoral 131 electores necesarios para ganar | |||||||||||
Fecha | 31 de octubre a 2 de diciembre de 1828 | ||||||||||
Tipo | Presidencial | ||||||||||
Período | 4 de marzo de 1829 - 4 de marzo de 1833 | ||||||||||
Demografía electoral | |||||||||||
Hab. registrados | 1 993 087 | ||||||||||
Votantes | 1 148 018 | ||||||||||
Participación | |||||||||||
57.60 % 30.7 % | |||||||||||
Resultados | |||||||||||
Andrew Jackson – Demócrata | |||||||||||
Votos | 642 553 324.5 % | ||||||||||
Votos electorales | 178 79.8 % | ||||||||||
55.97 % | |||||||||||
John Quincy Adams – NRP | |||||||||||
Votos | 500 897 342.7 % | ||||||||||
Votos electorales | 83 1.2 % | ||||||||||
43.63 % | |||||||||||
Vencedor y electores por estado | |||||||||||
Presidente de los Estados Unidos | |||||||||||
Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 1828 tuvieron lugar entre el viernes 31 de octubre y el martes 2 de diciembre del mencionado año, siendo la undécima elección presidencial cuadrienal desde la independencia del país, y primera del período histórico denominado Segundo Sistema de Partidos (1828-1854). El Colegio Electoral a cargo de elegir al presidente y al vicepresidente estaba compuesto entonces por 261 miembros, necesitándose 131 para resultar electo. Veintidós estados elegían a los electores por alguna forma de voto popular, mientras que los otros dos (Delaware y Carolina del Sur) los designaban indirectamente por medio de su legislatura estatal. Los comicios tuvieron una importancia histórica sumamente alta, ya que significaron la irrupción del moderno Partido Demócrata en la vida política del país. A partir de estas elecciones, los demócratas han ocupado en forma ininterrumpida el primer o segundo puesto en todo proceso electoral nacional estadounidense, convirtiéndose en la fuerza política competitiva más antigua en el mundo actualmente activa.[1]
Por presión popular, los estados habían ampliado recientemente los derechos de voto a casi todos los hombres blancos en casi todas las elecciones. Por ejemplo, en 1824, las legislaturas estatales eligieron electores presidenciales en seis estados, pero para 1828, cuatro habían hecho la transición al voto popular. Además, si bien los partidos organizados a nivel nacional habían presentado candidatos rivales antes, los comicios de 1828 fueron la primera elección en la que los votantes ampliamente calificados eligieron efectivamente al Presidente entre los nominados de dos partidos nacionales, cuyos candidatos o electores aparecieron constantemente en todas las boletas, aumentando el impacto real del voto popular en la elección.[2] La participación electoral fue del 57.60%, la más alta hasta el momento y la primera vez que más de la mitad de los votantes emitían sufragio, representando además un crecimiento exponencial de la población habilitada para votar, con un 9.5% de la población votando en la elección con respecto al 3.4% de 1824.[2][3] Con posterioridad, la participación electoral en los comicios presidenciales estadounidenses rara vez es inferior al 50%.[3]
El Partido Demócrata-Republicano, fragmentado tras su anterior atomización electoral, en la que hasta cuatro candidatos disputaron las elecciones bajo su sello, se disolvió y fue sucedido por dos fuerzas políticas: el opositor Partido Demócrata encabezado por Andrew Jackson, y el oficialista Partido Nacional-Republicano, liderado por el presidente en ejercicio John Quincy Adams. El vicepresidente John C. Calhoun apoyó a Jackson y se presentó a la reelección como compañero de fórmula del candidato opositor, mientras que Richard Bush secundó a Adams. Jackson fue ayudado por la aprobación del Arancel de 1828, que aumentó las tarifas en importaciones y exportaciones. Denunciado por los opositores como el "Arancel de las Abominaciones", la tarifa impopular y el mayor carisma y atractivo popular de Jackson lo ayudaron a arrasar en el Sur y el Oeste,[4] imponiéndose a nivel nacional con un 55.97% de las preferencias populares y 178 votos eletorales. Adams triunfó holgadamente en la región norte de Nueva Inglaterra, pero solo pudo imponerse en otros tres estados, logrando un 43.63% de las preferencias y 83 electores, uno menos que en 1824. Si bien en términos porcentuales y absolutos Adams obtuvo más votos populares que en la elección anterior, el resultado fue un rotundo triunfo para Jackson, que se garantizó la elección como presidente y convirtió a Adams en el segundo mandatario estadounidense en perder la reelección después de su propio padre, John Adams, en 1800, contra Thomas Jefferson (que en las anteriores elecciones había mostrado una opinión favorable a Jackson).[5]
La elección de 1828 marcó el surgimiento de la democracia jacksoniana y la transición del Primer Sistema de Partidos al Segundo Sistema de Partidos, que duraría hasta el surgimiento del también actualmente competitivo Partido Republicano en 1854. Los historiadores debaten la importancia de la elección, y muchos argumentan que marcó el comienzo de la política estadounidense moderna al eliminar las barreras clave para la participación de los votantes y establecer un sistema bipartidista competitivo y estable.[6]