Un Estado profundo (en inglés: deep state), también conocido como Estado dentro del Estado o cloacas del Estado, hace referencia a una forma de gobierno clandestino de un Estado, operado mediante redes de grupos de poder encubiertas, que actúan de manera coludida, con el fin de seguir una agenda en común y objetivos propios de manera independiente y en paralelo al gobierno legítimo y/o elegido democráticamente, muchas veces cometiendo actos de corrupción. Ejemplos de los órganos del Estado que son utilizados para estos fines son las fuerzas armadas o autoridades civiles (servicios de inteligencia, policías, policías secretas, agencias gubernamentales y de la Administración Pública en general). Asimismo, este término es utilizado comúnmente para la creación de teorías de conspiración relacionadas con la política, en especial cuando existe un cambio de mando en el poder y pasa un partido o coalición opositora a ser oficialista.[1]
Por otra parte, un Estado profundo también puede tomar forma a través de funcionarios atrincherados que actúen de manera no conspirativa, para promover sus propios intereses. La finalidad de un Estado profundo puede incluir la continuidad del Estado mismo, la seguridad del empleo para sus miembros, un mayor poder y autoridad, y la búsqueda de objetivos ideológicos. Puede operar por medio de la burocracia en oposición a la agenda de los funcionarios electos, obstruyendo, resistiendo y subvirtiendo sus políticas, condiciones y directivas.[2] También puede tomar forma mediante empresas públicas o compañías privadas que actúan independientemente del control regulatorio o estatal.