Estalinismo o Stalinismo es un término, generalmente peyorativo, que se usa para referirse a la interpretación del principal movimiento comunista a lo largo del siglo XX, marxismo-leninismo, que Iósif Stalin desarrolló en la Unión Soviética y que después fue utilizado por algunos Estados basados en el modelo soviético (economía centralizada, unipartidismo, etc.); el antirrevisionismo, en cambio, sostiene que Stalin fue el legítimo sucesor de Lenin en la práctica del socialismo científico.
Sin embargo, algunos analistas políticos afirman que el vocablo «estalinismo» es en ocasiones utilizado erróneamente como sinónimo de marxismo-leninismo, considerándolo en cambio como una variedad de fascismo.[1] En cambio, los defensores del marxismo-leninismo partidarios de Stalin y algunos de los historiadores más destacados de la figura de Stalin sostienen que no existe el término de «estalinismo» y que en realidad Stalin siempre continuó el legado de Lenin.[2]
A lo largo del siglo XX, muchos anticomunistas, desde conservadores hasta liberales, usaron la figura de Stalin para hacer crítica al comunismo en general, incluso considerando que el pensamiento de Stalin era marxista radicalizado.[3] Otros autores han hecho comparaciones del régimen estalinista con el fascismo de Adolf Hitler y Benito Mussolini.[4]