Los estatocistos son georreceptores de algunos invertebrados marinos de diferentes phyla. Es considerado un órgano sensorial que le provee información al organismo sobre su ubicación espacial, ya sea bocarriba o bocabajo, dado que es estimulado por la gravedad. Los estatocistos son un órgano sensorial que proporciona orientación con respecto a la gravedad, y se ubica en una pequeña vesícula en el margen de la campana de una hidromedusa.[1]
En otras palabras, son fosas o vesículas epidérmicas localizadas en la base velar del borde subumbrelar y caracterizado por la presencia de células especiales, cada uno de los cuales contiene una concreción redonda móvil: el estatolito, compuesto de material orgánico y carbonato de calcio.
Los estatocistos son órganos de equilibrio de dos tipos de acuerdo con el origen ectodérmico y endodérmico. Los estatocistos ectodérmicos son pequeñas cavidades en el velo abiertas o cerradas denominadas vesículas unidas al margen umbrelar. Los estatocistos endodérmicos son estructuras sensoriales en forma de clava que crecen hacia afuera del margen umbrelar y están formados por un eje de células del conducto circular y cubierto por células ectodérmicas.
Los estatocistos u órganos del equilibrio de ciertas especies ayudan a mantener la orientación adecuada de la campana. Casi todas poseen tentáculos que utilizan para capturar sus presas zooplanctónicas como copépodos y otros crustáceos pequeños, ctenóforos, otras hidromedusas, apendicularias, varias larvas de invertebrados y huevos y larvas de peces (Mills, 1999).[1]
También están los estatolitos (statoliths). Son piedras calcáreas que se encuentran dentro de los estatocistos. Hay sedas sensoriales que sirven para la percepción del movimiento o el cambio de posición de la medusa.