Halcón peregrino | ||
---|---|---|
Estado de conservación | ||
Preocupación menor (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Falconiformes | |
Familia: | Falconidae | |
Género: | Falco | |
Especie: |
F. peregrinus Tunstall, 1771 | |
Distribución | ||
Estival
Residente Invernante Solo de paso | ||
Subespecies | ||
Sinonimia | ||
| ||
El halcón peregrino[2] (Falco peregrinus) es una especie de ave falconiforme de la familia Falconidae de distribución cosmopolita. Es un halcón grande, del tamaño de un cuervo, con la espalda de color gris azulado y la parte inferior blanquecina con manchas oscuras; la cabeza es negra y cuenta con una amplia y característica bigotera también de color negro. Normalmente no vuela a velocidades superiores a los 100 km/h,[3] pero en picada o cuando caza y efectúa un ataque en picado puede alcanzar más de 300 km/h, lo que lo convierte en el animal más rápido del mundo.[4][5]
Como en otras aves de presa, la hembra es de mucho mayor tamaño que el macho.[6][7] Diversas autoridades reconocen diecisiete o diecinueve subespecies, que varían de aspecto y hábitat; hay desacuerdo sobre si el halcón tagarote (Falco pelegrinoides) es una subespecie o una especie distinta.
La distribución geográfica de sus áreas de cría abarca desde la tundra ártica hasta el sur de América. Se le puede encontrar casi en todas partes de la Tierra, excepto en regiones polares extremas, montañas muy elevadas y selvas tropicales; la única área terrestre extensa sin hielo en la cual está completamente ausente es Nueva Zelanda, lo que la convierte en el ave de presa más extendida del mundo.[8] Tanto el nombre científico como el nombre en español de esta especie significan «halcón viajero», a causa de los hábitos migratorios de muchas poblaciones del norte.
Aunque su dieta consiste casi exclusivamente en aves de tamaño medio, caza de vez en cuando pequeños mamíferos, pequeños reptiles e incluso insectos. Alcanza la madurez sexual en un año y se empareja de por vida. Anida en pequeñas oquedades en el suelo sin aportar ningún material, normalmente en bordes de acantilados o, en los últimos tiempos, en estructuras elevadas construidas por humanos.[9] El halcón peregrino se convirtió en una especie en peligro en muchas áreas debido al uso de pesticidas, sobre todo DDT. Desde la prohibición del DDT a principios de los años 1970, las poblaciones se recuperaron, apoyadas por la protección a gran escala de sus lugares de anidamiento y liberación de ejemplares en la naturaleza.[10]