El efecto Fata Morgana es un espejismo o ilusión óptica que se debe a una inversión de temperatura.[1] Objetos que se encuentran en el horizonte ―como, por ejemplo, islas, acantilados, barcos o témpanos de hielo― adquieren una apariencia alargada y elevada, similar a «castillos de cuentos de hadas».
Este efecto recibe su nombre del italiano «fata Morgana» (es decir: ‘hada Morgana’), en referencia a Morgan le Fay (‘el hada Morgan’), la hermanastra del rey Arturo, quien, según las leyendas artúricas, era un hada cambiante.
La fata morgana más célebre es la que se produce en la costa meridional de Sicilia, en el estrecho de Mesina, entre Calabria y Sicilia.