El fisicalismo, en filosofía, es la visión de que «todo es físico», que no hay «nada además» de lo físico,[1] o que todo sobreviene sobre lo físico.[2] Se opone al idealismo, según el cual el mundo surge de la mente. El fisicalismo es una forma de monismo ontológico: una visión de «una sustancia» de la naturaleza de la realidad, a diferencia de las visiones de «dos sustancias» (dualismo mente-cuerpo) o de «muchas sustancias» (pluralismo). Tanto la definición de «físico» como el significado del fisicalismo han sido objeto de debate.
El fisicalismo está estrechamente relacionado con el materialismo y ha evolucionado a partir de éste con los avances en las ciencias físicas en la explicación de los fenómenos observados. Los términos «fisicalismo» y «materialismo» a menudo se usan indistintamente, pero pueden distinguirse según sus implicaciones filosóficas. El fisicalismo engloba la materia, pero también la energía, las leyes físicas, elespacio, el tiempo, la estructura, los procesos físicos, la información, el estado y las fuerzas, entre otras cosas, tal como lo describen la física y otras ciencias, como parte de lo físico en un sentido monista. Desde una perspectiva fisicalista, incluso conceptos abstractos como las matemáticas, la moralidad, la conciencia, la intencionalidad y el significado se consideran entidades físicas, aunque puedan consistir en un gran objeto ontológico y una estructura causalmente compleja.[3]
Según una encuesta de 2020, el fisicalismo es la opinión mayoritaria entre los filósofos,[4] pero también sigue existiendo una oposición significativa al fisicalismo.
Dentro de la filosofía de la ciencia, el fisicalismo también puede referirse a la preferencia o punto de vista de que la física debe considerarse la mejor y única forma de expresar la verdad sobre el mundo o la realidad.[3]