Gerrymandering es un término de ciencia política referido a una manipulación de las circunscripciones electorales de un territorio, uniéndolas, dividiéndolas o asociándolas, con el objeto de producir un efecto determinado sobre los resultados electorales. Puede ser usado para mejorar o empeorar los resultados de un determinado partido político o grupo étnico, lingüístico, religioso o de clase. Es, por tanto, una técnica destinada a quebrar la imparcialidad de un sistema electoral determinado. En términos técnicos, se trata de un caso de malapportionment: el porcentaje de escaños de un distrito no coincide con el porcentaje de población del mismo, lo que da lugar a que algunos distritos estén sobrerrepresentados y otros infrarrepresentados.[1]
En su origen el término hace referencia a lo tortuoso de los distritos electorales que pueden llegar a producirse por este método, pero no es condición imprescindible para crear los efectos electorales deseados: se puede hacer también, por ejemplo, a través de atribuir mayor representación a distritos con menor población.[2]
Si [...] se concede un mismo número de senadores a todas las provincias sin tener en cuenta su población, forzosamente se producirá parcialidad: la parcialidad que favorece a los ciudadanos de las provincias menos pobladas y perjudica a los habItantes de las más pobladas.