Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 | ||
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Parte de la Guerra Fría | ||
Bombardeo al Palacio de La Moneda en Santiago. | ||
Contexto del acontecimiento | ||
Fecha | 11 de septiembre de 1973 | |
Sitio | Chile | |
Impulsores | Fuerzas Armadas de Chile, con apoyo del Partido Nacional, sectores de la Democracia Cristiana y otros civiles. Apoyo internacional del Gobierno de Estados Unidos y la Agencia Central de Inteligencia.[1][2] | |
Motivos | Guerra Fría: crisis política, social y económica en el gobierno de Salvador Allende.[3] | |
Influencias ideológicas de los impulsores | Anticomunismo | |
Gobierno previo | ||
Gobernante | Salvador Allende | |
Forma de gobierno | República presidencial | |
Gobierno resultante | ||
Gobernante | Junta de Gobierno, liderada por Augusto Pinochet | |
Forma de gobierno | Dictadura militar | |
El golpe de Estado en Chile del 11 de septiembre de 1973 fue una acción militar llevada a cabo por las Fuerzas Armadas de Chile conformadas por la Armada, la Fuerza Aérea, Cuerpo de Carabineros y el Ejército, para derrocar al presidente socialista Salvador Allende y al gobierno de la Unidad Popular. Tropas del ejército y aviones de la Fuerza Aérea atacaron el Palacio de La Moneda, la sede de gobierno. Allende se suicidó mientras las tropas militares ingresaban al Palacio.[4][5]
Este golpe dio origen al establecimiento de una junta militar liderada por Augusto Pinochet. Chile, que hasta ese entonces se mantenía como una de las democracias más estables en América Latina, entró en una dictadura militar que se extendió hasta 1990. Durante este periodo, se cometieron sistemáticas violaciones a los derechos humanos,[6][7] se limitó la libertad de expresión, se suprimieron los partidos políticos y se disolvió el Congreso Nacional.
Salvador Allende asumió en 1970 la presidencia de Chile, siendo el primer político de orientación marxista en el mundo que accedió al poder a través de elecciones generales en un Estado de Derecho.[8] Su gobierno, de marcado carácter reformista, produjo una creciente polarización política en la sociedad y una dura crisis económica que desembocó en una fuerte convulsión social. Esto llevó a una acusación constitucional por parte del Congreso poco antes del golpe. Sin embargo, la posibilidad de ejecutar un golpe de Estado contra el gobierno de Allende existió incluso antes de su elección. El gobierno de Estados Unidos, dirigido por el presidente Richard Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger, influyeron decisivamente en grupos opositores a Allende, financiando y apoyando activamente la realización de un golpe de Estado.[1][2][9][n 1][n 2] Dentro de estas acciones se encuentran el asesinato del general René Schneider y el Tanquetazo, una sublevación militar el 29 de junio de 1973.
Tras el Tanquetazo, grupos dentro de la Armada de Chile planearon derrocar al gobierno,[10] al que posteriormente se sumaron los altos mandos de la Fuerza Aérea y grupos dentro de Carabineros. Días antes de la fecha planificada para la acción militar, se sumó Augusto Pinochet, comandante en jefe del Ejército. En la mañana del 11 de septiembre de 1973, las cúpulas de las Fuerzas Armadas y de Orden lograron rápidamente controlar gran parte del país exigiendo la renuncia inmediata de Salvador Allende, quien se refugió en la sede de gobierno.
Hasta hoy este evento histórico divide al país[11][12][13][14] (según encuesta CERC-MORI realizada en el 50.º aniversario del suceso, 36 % de chilenos afirma que militares tuvieron razón en su actuar).[15] Testimonio de la discrepancia es que algunos ideólogos y partidarios del golpe de Estado aun lo califican o justifican como «pronunciamiento militar»,[16][17] denominación que opositores rechazan por considerarla eufemística o agraviante.[18][19]
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