Grafito | ||
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General | ||
Categoría | Minerales elementos nativos | |
Clase | 1.CB.05a (Strunz) | |
Fórmula química | C | |
Propiedades físicas | ||
Color | gris y gris oscuro | |
Raya | gris oscuro | |
Lustre | metálica | |
Transparencia | no | |
Sistema cristalino | Hexagonal (6/m 2/m 2/m) | |
Hábito cristalino | Tabular, de seis caras foliada, las masas granulares compactados | |
Exfoliación | Perfecta | |
Fractura | Escamosa, de lo contrario en bruto, cuando no en la división | |
Dureza | 1-2 (Mohs) | |
Tenacidad | Escamas finas flexibles y quebradizas | |
Densidad | 2,09 a 2,23 g/cm³ | |
Índice de refracción | Opaco | |
Pleocroísmo | No | |
Solubilidad | Fundido Ni | |
Magnetismo | diamagnético | |
El grafito es una de las formas alotrópicas en las que se puede presentar el carbono en la naturaleza. Otras formas son el diamante, la chaoita y la lonsdaleíta. A presión atmosférica y temperatura ambiente el polimorfo más estable es el grafito. Sin embargo, la transformación del diamante en grafito es tan extremadamente lenta que solo es apreciable a escala geológica.
Fue nombrado por Abraham Gottlob Werner en el año 1789. El término grafito deriva del griego γραφειν (graphein) que significa "escribir", ya que se usa principalmente para crear la punta de los lápices. Se conoce también con el nombre vulgar de plombagina. Antiguamente se llamó "molibundasna" (que no debe confundirse con el mineral molibdenita).[1]