Gravissimum Educationis (en latín «extrema importancia de la educación»), también conocido como Declaración sobre la educación cristiana es la declaración del Concilio Vaticano II respecto a la educación. Fue aprobada por 2290 votos favorables frente a 35 en contra y promulgada por el papa Pablo VI el 28 de octubre de 1965.
Su título, como es habitual en documentos de la Iglesia católica, deriva de las primeras palabras del texto.