Las guerras remensas fueron dos revueltas campesinas contra los abusos señoriales (malos usos) que comenzaron en el Principado de Cataluña en 1462 y terminaron en 1485. Fernando II puso fin al conflicto en 1486 con la Sentencia Arbitral de Guadalupe que abolió los malos usos a cambio del pago de una indemnización de los remensas a los señores feudales.