Havdalah o Havdalá (en hebreo: הַבְדָּלָה, 'separación') es la ceremonia religiosa judía que marca el fin del Shabat y anuncia la llegada de una nueva semana. En el judaísmo, el sabbat termina (y la nueva semana comienza) al anochecer del sábado. El havdalah puede ser recitado desde que estén visibles tres estrellas en el cielo nocturno. Algunas comunidades retrasan el havdalah hasta más tarde con el fin de prolongar el sabbat. Si por alguna razón no es posible recitar el havdalah en la noche del sábado, puede ser observado hasta la tarde del martes.[1]
Normalmente, el havdalah es recitado acompañado de vino kosher o jugo de uva kosher, aunque también se pueden usar otras bebidas (con excepción del agua) si no hay disponibilidad de vino o jugo de uva. Al culminar el sabbat, se enciende una vela especial trenzada con más de una mecha y se recita una oración. Asimismo, se acostumbra mirar fijamente las uñas de las manos reflejadas a la luz de la vela. Luego, se pasa de mano en mano especias, comúnmente canela o clavo, a menudo guardadas en un especiero decorativo, de forma que todos puedan oler la fragancia. En muchas comunidades mizrajíes y sefardíes, se usan para este propósito ramas de plantas aromáticas. Después del Yom Kipur, se usa una vela, pero sin las especias.[2]
Desde hace tiempo, se acostumbra a embellecer y honrar la mitzvá de havdalah mediante la colocación de las especias en una bonita caja de especias. Estos especieros de havdalah son uno de los objetos propios del arte ceremonial judío.[3] El Havdalah requiere que una persona utilice sus cinco sentidos en probar el vino, oler las especies, ver la llama de la vela, sentir su calor y escuchar las bendiciones.[4]