Un humedal es una zona de tierra, generalmente plana, cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitente.[2] Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y da lugar a un ecosistemahíbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres.
Considerando que el concepto fundamental de un humedal, chucua,[3] o zona húmeda no es el agua como tal sino la "humedad", se puede hablar de "ecosistemas húmedos" interdependientes de las aguas, ya sean superficiales o subterráneas.
Además de ser ambientes y ecosistemas muy importantes en la actualidad, los humedales fueron también muy comunes a lo largo de la historia de la Tierra, pues muchas rocas sedimentarias han sido interpretadas como formadas en antiguos humedales, tanto de agua dulce[5] como costeros.[6]
Desde el año 1700, la humanidad ha destruido el 87% de los humedales del planeta.[7] Desde el año 1900, la humanidad ha destruido el 64% de los humedales.[7]